Patrimonio

Tras unas primeras catas sin éxito en el techo y con el ánimo en peligro de decepción, ¡Eureka!, aparece la primera lucera y el planteamiento, como era de esperar, cambia. Se retrasa la obra y empieza el estudio del Patrimonio. El arquitecto Fran Díaz, los arqueólogos Álvaro Jiménez, José Manuel Rodríguez, Fernando Amores y la empresa Gares (Premio Nacional de Restauración), asumen la tarea de recuperación del espacio.

Cada día y cada metro de techo que se trabaja, confirma y mejora las expectativas. Según los expertos, el trabajo del arquitecto Vicente Traver a inicios del siglo XX fue clave para el estado de conservación actual del Giralda. El valenciano, autor de los actuales Teatro Lope de Vega o Ateneo de Sevilla, reformó el edificio para convertirlo en un hotel. Sabedor de la riqueza de su ornamentación, la protegió a conciencia. De aquella obra, se conserva también el zócalo de azulejos trianeros (creación de Ramos Rejano, misma cerámica que la de la Plaza de España) y la barra de madera.

Aquella publicación de 1956, que en posesión de Federico provocó esta inquietud y motivó el proyecto, y aquel estudioso extranjero que vino a abrirnos los ojos, estaban en lo cierto. El Giralda es el baño almohade mejor conservado de toda la península ibérica. Un tesoro del siglo XII que, tras nueve meses de recuperación, nueve siglos después puede disfrutarse en su estado original. Otras teorías que databan la estructura en los siglos XV, XVI o XVII quedaban descartadas.